La lavanda es quizás uno de los aceites esenciales más conocidos y utilizados.
El nombre deriva del latín lavare, y tanto los romanos como los griegos tenían la costumbre de perfumar el agua que utilizaban para sus abluciones con las flores de esta planta.
Quizás no todo el mundo sepa que existen diferentes especies de Lavanda de las que se destilan aceites esenciales muy distintos.
De la destilación al vapor de Lavándula Angustifolia (officinalis) se obtiene un aceite esencial muy delicado, fácil de manipular pero a la vez complejo ya que es rico en familias químicas, hasta el punto de que puede considerarse una auténtica mezcla. El porcentaje de compuestos potencialmente peligrosos, como las cetonas, es muy bajo, no supera el 1% mientras que la presencia de alcoholes y ésteres es muy elevada lo que lo convierte en un compuesto relajante y armonizante. Este tipo de aceite esencial se puede utilizar puro sobre la piel, siempre y cuando en pequeñas cantidades, se puede utilizar desde los primeros meses de vida para calmar la irritación del pañal, ayudar al recién nacido a relajarse y dormir y aliviar los cólicos abdominales.
Aceite esencial de Lavanda Angustifolia (o lavanda verdadera) es antiinflamatorio, ligeramente analgésico, antiespasmódico, combate la hipertensión arterial y la ansiedad. Actúa sobre el estómago y los intestinos, estimula la actividad del hígado y la producción de bilis. Es fantástico para quemaduras y picaduras de insectos y para calmar el picor en caso de dermatitis. Excelente como aftersun añadido al oleolito de Hipérico. Podemos considerar este preciado aceite esencial como un bálsamo para nuestra alma, en caso de tristeza y soledad. Es un aceite esencial armonizador cuando las emociones se apoderan de ti. Aporta calma, paz, armonía, tranquilidad. Elimina los problemas y trae un mensaje de curación. Es un excelente remedio para la ira y la frustración, reduce los conflictos. Puede ayudar a aquellos que esperan demasiado de sí mismos a ser menos inflexibles. Nos empuja a no avergonzarnos de pedir ayuda. Ayuda a la expresión verbal y reduce las inseguridades a la hora de expresar los pensamientos y sentimientos. Contrarresta el miedo al rechazo y fomenta la honestidad emocional. Ayuda a expresarse libremente.
De la destilación al vapor de Lavandula Hybrida (la llamada lavandula) Se obtiene un aceite esencial utilizado principalmente en perfumería. El rendimiento de la lavandula hybrida es mucho mayor que el de la lavandula angustifolia y esto significa que a menudo se vende como lavanda verdadera. En realidad, la composición química de los dos aceites esenciales es diferente, ya que el aceite de lavandín tiene un mayor componente cetónico, lo que lo hace inadecuado para niños pequeños, mujeres embarazadas y personas con ataques epilépticos. Desde el punto de vista de las propiedades, tiene un efecto antiinflamatorio menor que la lavanda real.
De la destilación al vapor de Lavandula Latifolia (Lavanda spica) Se obtiene un aceite esencial con un porcentaje aún mayor de cetonas, en particular alcanfor, lo que lo convierte en un aceite esencial más adecuado para el sistema músculo esquelético. Debe evitarse absolutamente durante el embarazo, la lactancia y en niños hasta los 6 años.
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