El aceites esenciales pueden ser un valioso aliado contra muchas dolencias comunes. Sin embargo, para su correcto uso es necesario observar algunas precauciones generales:
- Evita aplicar aceite esencial puro directamente sobre la piel: algunos aceites, precisamente por su naturaleza concentrada, pueden irritar la epidermis o desencadenar reacciones alérgicas. Los únicos dos aceites esenciales que se pueden aplicar directamente sobre la piel son lavanda Y Árbol de té
- Evite siempre el contacto directo con los ojos.
- Tenga especial cuidado cuando exponga a mujeres embarazadas y niños al uso de aceites esenciales.
- Algunos aceites esenciales y en particular los cítricos tienen propiedades fotosensibilizantes; por lo tanto, no se recomienda la exposición directa al sol durante al menos cuatro horas después de aplicar estos aceites.
- Las personas que sufren de hipertensión, epilepsia y enfermedades del sistema nervioso, hígado y riñones deben consultar a un aromaterapeuta experimentado antes de usar aceites esenciales.